Emmi Pikler ¿Quién es la creadora del triángulo Pikler?
El triángulo Pikler es sin duda el elemento estrella de los elementos diseñados por esta mujer. Pero ¿Quién es Pikler? Emmi fue una pediatra nacida en Viena que ejerció en Budapest durante los años 30. A partir de 1964 dirigió la casa cuna Lòczy en la que cuidó de numerosos niños de corta edad privados de sus padres y fue en esta etapa cuando desarrolló su método y algunos elementos para el desarrollo completo y autónomo del niño como el triángulo Pikler.
Durante toda su carrera, Emmi Pikler investigó cómo los adultos influimos en el desarrollo de los bebés, se dio cuenta de lo importante que es permitir a los niños conquistar su propio desarrollo a través del movimiento libre. Ella creía en la importancia de respetar el ritmo individual de cada niño y de que el adulto adopte una actitud de acompañamiento sin intervenir para asegurarle todas las posibilidades de tener iniciativas autónomas, como por ejemplo cuando un niño comienza a dar sus primeros pasos y se cae, según Pikler la actitud correcta sería brindarle un apoyo si el niño quiere levantarse pero no ponerle en pie.
Nunca se debe poner al niño en una posición que no pueda adoptar por si solo.
Principios básicos del Método Pikler o del movimiento libre
Esta metodología, como en el método Montessori defienden un aprendizaje donde los niños son sujetos activos en su propio aprendizaje.
Los principios básicos en esta metodología son:
- Autonomía. Este método se basa en la capacidad innata del bebé para aprender. Al contrario que en el método tradicional donde al niño se le levanta, se le ayuda, se le fuerza a aprender a ponerse en pie o a caminar. Pickler defiende que nunca se debe poner al niño en una posición que no pueda adoptar por si solo pues esto le ayudará a mejorar su confianza en las propias posibilidades, él por sí solo irá adoptando nuevas posiciones cuando se sienta preparado. Durante el juego del niño el adulto tiene que estar ahí acompañándole, pero sin interferir ni indicarle al niño como debe hacer las cosas. Esto favorece la confianza del niño porque se siente acompañado al tiempo que explora sus capacidades de forma autónoma.
- Relación afectiva y apego sano. El apego se forja de los primeros meses a aproximadamente los 3 años de edad, forjar un vínculo afectivo profundo y estable es muy beneficioso para el niño. Utilizar un lenguaje rico en gestos y palabras afectuosas será fundamental.
- Movimiento libre. Pero ¿Qué es el movimiento libre? Pues consiste en dejar que el niño juegue libremente para que desarrolle sus capacidades. Para ello debemos proporcionarle un espacio cómodo y adecuado, libre de obstáculos, con una alfombra o una manta de juego para proteger el suelo si es duro y frío y con elementos como por ejemplo el triángulo Pikler o el arco Pikler que permiten desarrollar las habilidades psicomotrices del niño a su ritmo.
- Toma de conciencia de su entorno y de sí mismo. Cuando un niño vive en un entorno donde se siente seguro y cómodo se centrará en explorar su entorno, sus capacidades, aprenderá nuevas posiciones o el equilibrio desde la confianza de ir a su ritmo.
¿Qué es el triángulo Pikler y que beneficios aporta el juego libre con él?
Podemos encontrar varios elementos, dentro de la pedagogía Pikler que estimulan el desarrollo motor de forma natural del bebe, todos ellos están pensados para incitar e invitar al bebé a usarlos. Pero quizás el triángulo Pikler sea el elemento estrella.
El Triángulo Pikler es un juguete ideal para desarrollar la motricidad del bebé o del niño pequeño. Con el triángulo Pikler los bebés se sienten incitados a trepar, gatear y levantarse. Ayuda a fortalecer la musculatura y ejercitar la coordinación bilateral de brazos y piernas. La base de la autonomía está en la seguridad y la confianza y con el triángulo Pikler el niño sentirá que alcanza sus propios logros. Además de trabajar la psicomotricidad este elemento se convertirá para el niño en una cabaña en un árbol, una montaña que escalar, un refugio o cualquier otra cosa que quepa en su imaginación.
El triángulo es muy versátil y puede emplearse solo o en combinación con la rampa que servirá como un divertido tobogán en casa, además sus posibilidades de juego son infinitas y será un elemento que acompañará al niño en sus juegos durante varios años.
Algunas reflexiones de Emmi Pickler, creadora del triángulo Pikler
Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo no es solo inútil. También es perjudicial. Cuando un niño actúa por iniciativa e interés propio, adquiere capacidades y conocimientos mucho más sólidos que cuando intentamos enseñarleLa prudencia y la confianza en uno mismo se desarrolla si permitimos que los niños lleven a cabo, gradualmente, tareas sin que interfiramos en ellas
Es esencial que el niño descubra por sí mismo. Si le ayudamos a resolver todas sus tareas, le quitamos lo más importante para su desarrollo mental. El niño que consigue algo por medio de experimentos autónomos adquiere conocimientos completamente distintos de los que adquiere un niño al que se le ofrece previamente una solución.
Si el niño está en una trona no puede jugar por su cuenta. Si algo se cae, no puede cogerlo y tiene que depender de que la madre lo rescate. Tiene que pedir ayuda en lugar de aprender cómo resolver un problema. Un niño limitado o confinado se convertirá en un niño pasivo o enfadado.
Si prestáramos más atención a las señales e iniciativas de los niños, apoyando su sentimiento de capacidad y competencia, podríamos criar niños más tranquilos con menos problemas, niños que sabrían de manera más precisa qué les interesa y lo que necesitan. Podrían jugar de manera más autónoma. Tendrían una buena relación con sus madres y otros adultos, una relación humana positiva que empieza por la adaptación mutua. Con este tipo de relación como base, la adaptación del niño a la sociedad sería un proceso saludable con menos conflictos. La vida emocional sería más rica y más equilibrada y el ajuste social más satisfactorio. Todo esto eliminaría la necesidad de muchas medidas educativas correctivas y haría innecesaria la intervención somática.
Referencias consultadas
Emmi Pikler y el instituto Lóczy. https://www.piklerloczy.org/es/emmi-pikler-y-el-instituto-l%C3%B3czy
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